Martes, 1 de octubre de 2024

12 de octubre: El Museo Invisible

Como novedad, este año la programación de la XXIII Semana de la Arquitectura incluye el proyecto de museografía El Museo Invisible” que, coordinado por Abraham Parrón y Paco Pérez Valencia, tendrá lugar el sábado 12 de octubre, a las 11:30 horas, en el patio del Convento de Santa Clara (C/Becas s/n, Sevilla). Un proyecto de museografía radical nacido en 2016, que pretende reflexionar y ofrecer una nueva visión del museo como espacio emocional ligado a la sociedad que le rodea. Como cualquier museo, tiene una programación de exposiciones, en las que se muestran objetos, historias. Como cualquier museo, lo más importante aquí es precisamente eso, los objetos que se muestran. 

Y es que el Museo Invisible está lleno de los objetos más preciados de la tierra, aquellos que personas como tú comparten por un momento con el resto. Cada anillo, libro, reloj o guitarra que ha pasado por él posee una historia única y maravillosa. Cada entrada de cine, sombrero, colgante o pluma hace de sus exposiciones un lugar mágico y efímero.

¿Te gustaría ser parte de la exposición más hermosa del mundo?

Para ello, solo tienes que rellenar el formulario con unos datos básicos y buscar ese objeto (aparentemente corriente) que atesoras con amor, ese que tiene una historia única tras de sí*.

Tráelo contigo el próximo 12 de octubre al Espacio Santa Clara (Sede del ICAS) y, al acabar la mañana, habremos vivido juntos un momento inolvidable.

¡Te esperamos!

*A lo largo de la actividad, cada objeto permanecerá siempre en poder de sus dueños/as y al finalizarla volverán con él a casa.


Antecedentes

El proyecto Museo Invisible ha desarrollado, hasta la fecha, diecisiete ediciones, en distintos lugares de nuestra geografía (Sevilla, Barcelona, Madrid, Almería...). Se trata de muestras independientes, de varias horas de duración, que surgen en espacios no musealizados. El público es, por tanto, aquel que ocupa o transita esos espacios, casualmente o no, durante dichos periodos de tiempo. Cabe destacar la exposición virtual desarrollada en colaboración con el CAC Málaga durante la crisis sanitaria de COVID19 y que contó con la participación de personas de varios países del mundo, así como la exposición internacional realizada en Querétaro (México). Cuando no hay exposiciones, el museo se repliega, se vaporiza, transformándose en un poema.

El Museo Invisible es exposición apenas un instante, el resto del tiempo es poesía.

Metodología

El objetivo principal es desarrollar un proyecto de combinación espacio-objetual. Los participantes, previamente inscritos, escogerán un objeto que sea digno del Museo Invisible, que contenga una historia especial. Tras una charla introductoria sobre conceptos básicos de museografía, buscará un espacio idóneo en el que exponerlo, realzándolo como un tesoro magnífico. El proyecto requiere el conocimiento preciso del objeto con el que se trabaja, valorándose sus cualidades (composición, formato, color, peso, valor, etc.) y reflexionando sobre sus diferentes modos de intervención en el espacio (ubicación, vecindad, ambientación, reacciones y comportamientos de público, etc.). Se deben valorar sus potenciales, con unos objetivos a cubrir. Ante todo, debe ser un ejercicio vitalista.

Es interesante valorar cómo se activan los recursos en un espacio no específico de la museografía y con un protagonista que ha de ganarse el respeto en un ambiente de distinto origen. La capacidad de reacción está más vinculada a la observación previa de los objetos y el espacio que a la chispa ingeniosa.

Una vez que todos los objetos están expuestos, comienza la primera y única visita a la exposición. Los participantes se convierten en guías expertos y cada uno de ellos cuenta la historia de su objeto, el porqué de su colocación, la elección el espacio. Se trata de un recorrido lleno de emociones, en el que se crean invisibles conexiones entre la gente, el espacio, las voces, los objetos…

Al finaliza la visita, cada objeto vuelve a manos de su propietario y la exposición llega a su fin (se trata de la exposición temporal más temporal de todas). Se procede a leer el poema “Museo Invisible” y el espacio vuelve a ser lo que era un par de horas atrás.