Pese a
la complejidad de la coyuntura económica y social, con una inflación todavía
muy elevada, el aumento de los tipos de interés y una incertidumbre generalizada,
que resulta contraproducente para un sector sometido a fuertes inercias y
dependiente de la inversión, la superficie visada para construcción, en España,
se mantuvo estable en 2023. De acuerdo con las estadísticas de los Colegios de
Arquitectos, el año pasado, se autorizaron 32.935.044 metros cuadrados
(en adelante, m2) para rehabilitación y obra nueva, si bien el dato
supone un punto porcentual menos respecto a 2022.
Dentro de este volumen global, el sector de la
rehabilitación volvió a registrar los mejores datos, confirmando un cambio de
escala, que se está replicando en el resto del continente debido a desafíos
globales, como el cambio climático, y las prioridades políticas marcadas por la
Unión Europea. En concreto, el número de viviendas visadas para gran
rehabilitación aumentó un 9,4%, pasando de 34.525, en 2022, a 37.783 (+3.258).
Se trata del mejor dato de los últimos cinco años. De hecho, según las
estadísticas de visado de los Colegios de Arquitectos, desde 2019, el
porcentaje de viviendas visadas para gran rehabilitación se ha incrementado un
48%.
De forma desagregada, en rehabilitación residencial,
la superficie visada registró un crecimiento del 9,9%, con 4.541.483 m2
autorizados frente a los 4.132.844 m2 de 2022 y los 2.905.912 m2 de 2019
(+56,3%). En relación con la superficie visada con carácter no residencial,
el aumento fue del 11,8%, pasando de 3.990.004 m2 a 4.460.332 m2 (+470.328 m2).
De forma global, la superficie residencial y no
residencial visada para rehabilitación ascendió a 9.001.815 m2
(+10,8% respecto a 2022). Esta cifra representa un crecimiento del 27% respecto
a 2019, lo que convierte a 2023 en el mejor año para la gran rehabilitación de
viviendas de la serie histórica. No obstante, si se tienen en cuenta las
necesidades de adecuación, conservación y mejora de la accesibilidad y de la
eficiencia energética del parque edificado en España -uno de los más
envejecidos del continente, con más del 50% de sus viviendas necesitadas de una
rehabilitación-, los niveles siguen siendo insuficientes.
Como ha expuesto la presidenta del Consejo Superior de los
Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Marta Vall-llossera, en una
rueda de prensa, aunque se han aprobado “ayudas históricas” gracias a los fondos Next Generation y al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para impulsar la ‘ola de renovación’ de viviendas y edificios, la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania, con el aumento de los costes de la energía que ello supuso, la inflación y la subida de los tipos de interés han elevado los costes de vida para una mayoría de la población, y esto también ha tenido un impacto directo en el sector de la construcción. Si, a todo ello, se añade el conflicto en Oriente Próximo y los efectos del cambio climático y la sequía, Vall-llossera ha señalado que el escenario sigue siendo difícil.
Sin
embargo, ha advertido: “El aumento de las consultas a las Oficinas de Apoyo a
la Rehabilitación de los Colegios de Arquitectos y la buena acogida que ha
tenido entre la población la Guía vecinal de rehabilitación constatan el
interés en rehabilitar y en hacerlo de una forma integral y planificada. Lo
necesario, ahora, sería intentar contener los costes de los suministros y la
energía, y facilitar tanto el crédito a empresas y hogares, como el despliegue
de los fondos Next Generation para que la ola de transformación de los
edificios llegue al mayor número de personas y sentemos las bases de una
cultura de la rehabilitación que ha de redundar en la mejora del bienestar del
conjunto de la sociedad, salvaguardando nuestro medioambiente”.
Las Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación de los Colegios
de Arquitectos (RedOAR) atendieron, en 2023, 26.923 consultas, un 44% más
que en 2022. Por territorios, el mayor número se registró en Castilla-La Mancha
(5.881), Madrid (5.813), Barcelona (2.980) y Aragón (2.800). En todas ellas,
existen convenios entre la Administración territorial y los Colegios de
Arquitectos para facilitar la gestión de los fondos Next Generation a la
rehabilitación de viviendas y edificios. Respecto al perfil del/a usuario/a que realizó
las consultas, en un 46% procedió de particulares y en un 40%, de
arquitectos/as. En cuanto al tema de la consulta, el motivo fueron las ayudas,
en un 51%; dudas técnicas (18%) y formación y Libro del Edificio Existente
(ambas con un 11%).
Además
de los beneficios de la rehabilitación en la calidad de vida de las personas,
la presidenta del CSCAE no ha querido olvidar el incremento del valor
patrimonial de las viviendas. Los datos facilitados por Sociedad de Tasación a
partir del análisis de sensibilidad realizado sobre viviendas plurifamiliares
de más de 50 años de antigüedad recogen que, en el último semestre de 2023, el diferencial de
valor entre inmuebles rehabilitados y sin rehabilitar, a nivel global, se
incrementó entre un 32,5% y un 39,7%. Se debe a que, mientras el valor de los
inmuebles rehabilitados ha seguido creciendo, el valor de los pendientes de
rehabilitación habría retrocedido ligeramente.
Evolución de la obra nueva en 2023
Como en los últimos cinco años (a excepción del anómalo 2020
debido a la pandemia de Covid19), el número de viviendas visadas de nueva
planta, en 2023, fue 98.447. La cifra se ha mantenido en torno a las
100.000 unidades en el último lustro, si bien supone un descenso de entre el 7%
y el 9% respecto a años anteriores: en 2019, se contabilizaron 106.040
viviendas (-7,2%); en 2021, 107.750 (-8,6%), y, en 2022, 105.686 (-6,8%).
En conjunto, la superficie visada de carácter residencial
y no residencial para obra nueva retrocedió un 5%, con 1.274.659 m2
autorizados menos que en 2022. Se ha pasado de 25.207.888 m2 a 23.933.229.
De forma desagregada, la superficie residencial
visada descendió un 7,2% hasta los 17.217.129 m2 autorizados en el conjunto del
año frente a los 18.559.340 m2 de 2022. La superficie visada de carácter no
residencial aumentó, sin embargo, un 1% (+67.552 m2), pasando de 6.648.548
m2, en 2022, a 6.716.100 m2, el año pasado. No obstante, estos datos no
permiten establecer tendencias porque dependen de operaciones que son
puntuales.
El visado por territorios
La superficie visada para obra
nueva y rehabilitación en 2023 retrocedió, de forma generalizada en la
mayoría de los territorios del país, a excepción de las subidas, superiores al
80%, registradas en Murcia (+89,92%) y Cantabria (+83,15%), debido,
fundamentalmente, a operaciones de carácter no residencial y que, por lo tanto,
no sirven para marcar tendencias. También aumentó en Islas Canarias (+21,67%) y
la Comunidad de Madrid (+9%). Las principales caídas se registraron en Ceuta
(-54,66%), Castilla-La Mancha (-23,22%), Galicia (-20,39%) y Comunidad
Valenciana (-18,37%). Respecto a Andalucía, se situó en -3,13%.
Como registran los datos generales, la
superficie visada para rehabilitación residencial y no residencial
aumentó en casi todas las regiones, a excepción de la ciudad autónoma de Ceuta
(-93,26%), Aragón (-44,76%), Castilla-La Mancha (-20,93%), Andalucía (-12,97%)
y Castilla y León (-12%). En la diagonal opuesta se encuentran, con los mayores
incrementos, Cantabria (+292%), la Comunidad de Madrid (+62%), Murcia (+59,59),
La Rioja (+51,31%), Islas Canarias (+51,29%) y Navarra (+37,49%).
De forma desagregada, la superficie
visada para rehabilitación residencial, la tendencia fue desigual por
comunidades. Mientras que aumentó un 336,4% en Cantabria y también creció en la
Comunidad de Madrid (+54%), Navarra (+36,19%), Asturias (+22,92%), País Vasco
(+20%), La Rioja (+17,4%), Islas Baleares (+16,8%) o Extremadura (+16,2%),
descendió, por ejemplo, en Aragón (-50,63%), Andalucía (-12,47%), Valencia
(-11,69%) o Castilla y León (-9,61%). Por su parte, la superficie visada
para rehabilitación no residencial en Andalucía se situó en -13,41%.
En el sector de la obra nueva,
la superficie visada de carácter residencial y no residencial retrocedió
en la mayoría de las regiones. En concreto, en Andalucía se registró un -1,56%
(+10,25% no residencial y -5,65% residencial). La mayor caída del país la tiene Galicia
(-29,86%), seguida de Comunidad Valenciana (-24,52%), Castilla-La Mancha
(-23,62%), Ceuta (-17,65%), Extremadura (-16,58%) e Islas Baleares (-13,13%), entre
otras. Siguieron una tendencia opuesta Murcia (+98,67%), Cantabria (+45%),
Islas Canarias (+12%) y Aragón (+5,45%). En consonancia con estos datos, la superficie
visada de carácter residencial solo aumentó en
Murcia (+102,45%), Cantabria (+47,23%), Islas Canarias (+37,63%) y Navarra, con
un ínfimo 0,53%. En el resto de las regiones cayó.