El Colegio ha inaugurado este jueves la exposición
“Lugares comunes temporalmente autónomos” del arquitecto Tomás Rosa Castejón, un acto que ha contado con la presencia del protagonista, del artista plástico
David López Panea y de Juanma García Nieto, vocal de Actividades del COAS.
Juanma García Nieto fue el encargado de dar la bienvenida a “la primera
exposición del curso escolar” y destacó que “desde el Colegio de Arquitectos
llevamos ya tres años haciendo exposiciones donde artistas miran a la
arquitectura y donde arquitectos miran al arte. Estamos en una continua
hibridación entre ambas disciplinas. De hecho, esta relación / conjunción que
se produce entre los dos mundos va a ser el leit motiv de esta
Semana de la Arquitectura, que tendrá lugar dentro de tres semanas”.
Sobre
Tomás Rosa, comentó que “es un arquitecto que se lanza con mucha sensibilidad a
la pintura. Desarrolla una serie de propuestas muy interesantes en esta
exposición en la que se acerca a un lenguaje muy expresionista, que va desde la
abstracción hasta la figuración. Y, además, va más allá y utiliza los recursos
del arquitecto como creador, ese mundo de dibujo, de croquis, y los convierte
en obras de arte. El lenguaje que utiliza es muy rico y se mete en un
territorio muy atractivo”.
A
continuación, el artista plástico David López Panea, encargado de
presentar al autor, señaló que “Lugares comunes temporalmente autónomos” es una
exposición que nos invita a ver más allá de la superficie y a apreciar la
complejidad y la belleza de lo transitorio. Nos desafía a reconsiderar nuestra
relación con los materiales y con los espacios que habitamos, y a encontrar
significado en lo que a menudo pasa desapercibido”.
Respecto
a la obra de Tomás Rosa, subrayó que “es un recordatorio poderoso de que en lo
elemental, humilde, sencillo, transitorio y lo efímero, también hay belleza y
valor. Pone en valor, evidencia, el valor de estos espacios de esparcimiento y
liberad, estas zonas temporalmente autónomas que podríamos decir están a
extinguir, por eso tenemos que reivindicarlas. Las zonas “Temporalmente
Autónomas” existirán siempre porque son consustanciales al ser humano y son
necesarias para sentir el yo y el todo y
donde poder practicar el anarquismo ontológico y sufí”.
Además,
añadió que “lo estructurado y lo transitorio; lo artístico y lo cotidiano son
elementos del constructo estético de la obra de Tomás Rosa. Hace una pintura
expresionista sobre soportes humildes, básicos, algunos efímeros. Su pintura es
sucia y desecha, muy despreocupada en la manera de pintar. Su manera a la hora
de aplicar la pintura y el color y el uso de soportes encontrados son una clara
ruptura con la tradición académica. Sin embargo, esta aparente falta de cuidado
es en realidad una elección consciente, una manera de subvertir las
expectativas y de encontrar belleza en lo que otros considerarían feo o sin
valor”.
David
López también explicó que “el motivo fundamental es arquitectónico o lo
estructural en general: casas en construcción, terrazas y azoteas, detalles
dibujísticos de casas en construcción, manchas esquemáticas que sustancian una
arquitectura. La obra de Tomás se sitúa en un intersticio fascinante entre la
arquitectura y el arte expresionista. Su exposición nos invita a reflexionar
sobre la naturaleza transitoria de la construcción y la creación artística. A
través de su trabajo nos muestra que lo efímero y lo desechado pueden ser
portadores de una belleza y una verdad profundas. En este sentido, en la obra
de Tomás podría atisbarse de alguna manera una crítica en la sociedad de
consumo y a la obsesión por lo nuevo y lo perfecto. Al utilizar materiales desechados
y al enfocarse en lo que está en proceso de ser construido o lo que está
deteriorándose, nos recuerda la importancia de valorar lo que tenemos y de
encontrar significados trascendentes, en lo cotidiano”.
Por
último, apuntó que “Tomás representa de hecho en sus pinturas estos espacios de
comunicación social, sitios en los que hemos desarrollado actividades en
semiclandestinidad, en los que hemos escuchado flamenco, en los que hemos hecho
el amor, en los que hemos festejado sin interrupción y en los que el tiempo ha
sucedido de otra manera, a otra velocidad”.
Por
su parte, el arquitecto y artista Tomás Rosa, protagonista de la
exposición, detalló que cuando proyecta una colección, “empiezo como en un
vacío y en ese vacío intento descubrir qué quiero pintar, ese camino de la
pintura a dónde me lleva”.
Sobre
la exposición, explicó que “en la planta baja podéis ver un ensayo, un ponerme
a prueba en el tema de la pintura con los colores, las manchas, las
proporciones, la composición, la abstracción… Y cuando ya me encuentro
satisfecho, doy un paso más y, en este caso, el paso más ha sido pintar
figurativo, pintar espacios, pintar interiores y exteriores, mucho relacionado
con la arquitectura y el paisaje urbano”. Además, añadió que “le interesaba
mucho expresar el concepto de la ruina y lo deconstruido. En este proceso he
querido aplicar ese desenfado de color, de manchas de texturas”.
Respecto
a la planta sótano, Tomás Rosa indicó que “la colección allí expuesta está
relacionada con el mundo de la arquitectura. Me interesaba sacar a la luz el
dibujo arquitectónico que creo que se está perdiendo en las nuevas
generaciones. Me gustaría que lo vieran los arquitectos jóvenes para que
contemplen otra forma de acercarse al proyecto”.
La
exposición “Lugares comunes temporalmente
autónomos” estará abierta al público hasta el 27 de
septiembre en la sede del Colegio (Pl. Cristo de Burgos, 35, Sevilla),
de lunes a viernes, de 9-14 h., y las tardes de martes y jueves, de 16-20 h.
Imágenes: María Cano y Candela González