Martes, 15 de octubre de 2024

Conversatorio 1 "No intencionalidad" y 2 "Confluencia"

Este año, como novedad, las sesiones de tarde de la XXIII Semana de la Arquitectura han estrenado un nuevo formato, conversatorios, en los que se han reunido arquitectos, arquitectas y artistas, que han abordado la relación arte/arquitectura desde puntos de vista muy diversos.

Estos conversatorios se inauguraron el martes 8 de octubre con la sesión "No intencionalidad", protagonizada por Guillermo Weickert (creador escénico) y Fran Pérez (arquitecto, escenógrafo y artes vivas), en el que hablaron de la espontaneidad y el goce;  el dejar espacio para que otras personas y cosas lo ocupen; de mirar lo ordinario de forma extraordinaria, de dejar que las cosas te hablen; de estar en medio, en tierra de nadie; de terrenos difusos, pantanosos, pero súper interesantes; de lo procesual y no tanto; de lo conceptual; de la comunidad y de amigas/os…

A continuación, tuvo lugar el segundo, "Confluencia", que contó con la artista Ana Barriga; la artista y diseñadora Laura Molina, y el arquitecto, gestor cultural y coleccionista, Pedro Font.

A lo largo de este debate, los participantes hablaron del atrevimiento para llegar a otros lugares; de vandalizar tu propia obra; de remover y agitar; del respeto a la artesanía del hacer; del encuentro de materiales con naturalezas distintas, y del mercadillo y las segundas oportunidades.

En esta línea, Pedro Font comentó que “todos somos contadores de historias”. Por su parte, Ana Barriga indicó que “todos los fracasos” le llevaron a la universidad, “a pintar, y al final descubrí que tenía algo que contar a través de la pintura. Yo voy a mercadillos, me quito los anillos de oro, regateo, y ahí empieza la historia”. Además, destacó que “el spray es como un acto vandálico hacia mi propia obra, como tenerle respeto, pero no mucho”.

Respecto a Laura Molina, señaló que “poco a poco una va tejiendo su propia red de referentes, de elementos que te llaman la atención. Mi proceso tiene que ver con conceptos que tengo en la mente, que se van moviendo. Al final mi atención se focaliza en cosas muy concretas: las tensiones, la suspensión de materias aparentemente pesados; las estructuras vistas; que se pueda apreciar lo de dentro como bello; entender lo que sostiene; de un lenguaje muy escultórico”.

Fotos: María Cano